¿Cómo se inició tu colaboración con Ulls del Món para el proyecto en Tarija y en qué consiste?
Empecé a trabajar para Fundación en abril de 2016. Soy psicóloga y colaboro realizando talleres de capacitación y charlas de prevención sobre salud visual a niños, niñas y adolescentes. También trabajo con los profesores capacitándolos sobre la técnica de la toma de agudeza visual para que puedan detectar problemas de visión y que, a través de sus padres, los estudiantes puedan ser atendidos a tiempo.
¿Qué percepción tienes de la labor de Ulls del Món en la zona, cuál es su repercusión?
Contar con información oportuna y adecuada es muy importante. La población de Tarija muestra un aparente descuido ante el cuidado de los ojos. Durante muchas de las charlas de sensibilización los profesores han empezado a tomar conciencia sobre este tema. En cada curso detectan que hay entre 5 y 8 niños y niñas que necesitarían gafas y no las llevan.
Un problema muy evidente es la falta de especialistas (oculistas) en el servicio de salud pública.
¿Cómo es, a grandes rasgos, la población que se beneficia de esta asistencia?
Trabajamos en los colegios que se encuentran en la zona rural, periurbana y donde se encuentra la población con menos recursos económicos.
¿Cómo ves el futuro de estas actividades en Tarija y en Bolivia? ¿Cómo son recibidas en estas comunidades?
Es importante sensibilizar a la población y las autoridades sanitarias sobre la salud visual. La población de Tarija entiende la problemática que representa la salud visual. La mayoría de Unidades Educativas tiene grandes expectativas porque esperan que la Fundación haga la detección oportuna de problemas de visión y también que se realice la dotación de las gafas que se necesitan.
Las juntas escolares de padres de familia apoyan este tipo de actividades.
Es muy importante llegar hasta el último rincón de toda la población de Bolivia, en especial a los sectores más vulnerables como son las áreas rurales y los niños y niñas.