Ojos del Mundo me ha proporcionado la posibilidad de seguir estos días un programa de actualización en el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona y en el Hospital General de l’Hospitalet
¿En qué consiste su trabajo?
Trabajo en el Ministerio de Salud como directora del Servicio Nacional de Oftalmología para todo Mozambique. También dirijo el equipo de oftalmología del Hospital General de Maputo. Donde sólo hay tres oftalmólogos residentes… Hay tres residentes y cuatro mozambiqueños formados en el país. Efectivamente, todos ellos están en el Hospital Central de Maputo, en el equipo que dirijo.
¿Como comenzó su contacto con la Fundación Ojos del Mundo?
En realidad fue la Fundación la que entró en contacto con nosotros, durante la primera visita que Rafael Ribó, Núria Ramon y el doctor Corcóstegui hicieron a Maputo. Hablamos del programa de cooperación que la Fundación quería poner en marcha en nuestro país y a partir de entonces empezamos a colaborar. Esto fue el año 2002 y aún queda mucho por hacer…
En el ranking de Naciones Unidas, Mozambique es el quinto país más pobre del mundo.
Creo que es igual de importante tener la vista sana en los países ricos como en los pobres. Si no se puede ver, resulta difícil trabajar, y casi imposible participar de forma activa en la sociedad. Y en un país subdesarrollado es aún mucho más difícil, porque no existen ni los recursos ni las ayudas con las que cuentan los países ricos. Además, este problema se agrava en la infancia.
Siempre los niños…
Por las condiciones económicas de que hablaba, la mayor parte de las familias no pueden atenderlos de manera adecuada. Y esto no es todo: suelen tener más problemas de salud y numerosos accidentes. Por otro lado, los niños que tienen familiares ciegos también padecen las consecuencias, porque su misión consiste en acompañar a sus familiares, esto impide que puedan ir a la escuela y relacionarse normalmente concompañeros de su edad. No pueden tener una vida normal. Es un drama.
Entonces cuando vuelven a ver el corazón se les debe abrir tanto como los ojos.
Se ponen muy contentos, sí. Algunos, incluso, cantan y bailan. Tienen, como es natural, diversas formas de manifestarse, porque unos son más expresivos que otros. Pero lo que tienen todos en común es el interés por conocer al médico que les ha abierto los ojos, para dar las gracias.
Creo que la intervención más frecuente es la catarata.
Sí, pero las intervenciones abarcan todo tipo de patologías. Es cierto que atendemos muchas cataratas, que son muy comunes en nuestro país, pero también hacemos operaciones más difíciles, como glaucomas, tumores…
¿Como sitúa a Ojos del Mundo dentro del conjunto de ONG’s existentes?
Cada una tiene sus particularidades, su forma de trabajar. Ojos del Mundo entiende cuales son los problemas de Mozambique y cuales son sus prioridades… y actúa con un escrupuloso respeto por la gente.
Puede que algún día la presencia de ONG’s no sea necesaria en Mozambique…
A los mozambiqueños nos da seguridad poder resolver nuestros problemas, estar preparados, tanto los oftalmólogos como las enfermeras y el resto del personal sanitario. Es verdad que queremos estar bien preparados para saber dar respuesta a las necesidades de nuestra gente.
Esto me obliga a preguntarle por la situación política de su país.
Recientemente ha habido elecciones presidenciales. Desde febrero pasado, el país lo dirige Armando Emilio Guebuza del Frelimo. El Parlamento, elegido democráticamente en diciembre de 2004, también cuenta con una mayoría de este partido. Es una situación estable, no hay guerra. Hay, pues, buenas perspectivas para salir de la situación de pobreza en la que vivimos.
Usted es una mujer con un cargo importante. ¿Es frecuente que en su país haya mujeres dirigiendo programas con este grado de responsabilidad?
Hay muchas mujeres con cargos de responsabilidad en Mozambique. En la historia de nuestro país, la mujer siempre ha tenido un papel muy importante en todos los ámbitos. Son ellas las que conservan la familia, porque en muchos casos el hombre debe emigrar para trabajar y poder salir de la situación de pobreza. Ellas dirigen la familia, cuidan de la casa, de los hijos, van al campo…¿no le parece que esta es una responsabilidad altísima?