Identificar los problemas oculares y de baja visión en la infancia es extremadamente importante ya que, si se cogen a tiempo, se pueden corregir. Ojos del mundo realiza campañas en las escuelas para la detección precoz de esos problemas, evitando que empeoren y deriven en una ceguera irreversible.
La mayoría de niños y niñas no son conscientes de que tienen un problema visual y su primer contacto con un oftalmólogo es en este tipo de campañas. Cuando la visión se descuida, dificulta su aprendizaje y provoca un bajo rendimiento escolar, lo que puede conducir a déficits sociales y psicológicos.
Un condicionante importante en Mozambique, además, es hacer llegar esta atención a la población que se encuentra lejos de una consulta. Las largas distancias que se recorren para acceder a un centro de salud, así como a la falta de recursos económicos para viajar y pagar los costes del tratamiento, de medicamentos o de gafas, provoca que muchos niños y niñas presenten patologías en estado muy avanzado.
En febrero, la Fundación inició una campaña de revisiones en escuelas de primaria de la provincia de Inhambane, con el objetivo de atender a 1.490 niñas y niños, para detectar y corregir los problemas de visión. Los más comunes son los errores de refracción, la conjuntivitis alérgica y la conjuntivitis aguda. Les entregamos medicamentos y gafas graduadas, y les proporcionamos hábitos básicos de prevención y cuidado: no frotarse los ojos con las manos; evitar la exposición al sol, al calor y a los lugares polvorientos; y acudir a consultas oculares rutinarias para controlar los tratamientos.
Las escuelas acogen estas campañas con los brazos abiertos, ya que es muy gratificante ver cómo sus estudiantes solucionan los problemas de visión y mejoran los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Estas actividades de revisión escolar se enmarcan dentro del proyecto Ojos de Mozambique, que cuenta con la financiación de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) y el Gobierno de Navarra.