Según datos del Ministerio de Salud de Mozambique, al menos el 80% de la población utiliza la llamada “medicina tradicional” como alternativa a la atención primaria de salud. Demasiado a menudo se presta más atención a la fuerza de los espíritus ancestrales que a los consejos preventivos de los centros de salud.
En muchas zonas, a las deficiencias visuales y la ceguera se las asocia con la brujería y con explicaciones socioespirituales, considerándolas hechizos perpetrados por familiares, vecinos o conocidos. Según esas creencias, la ceguera podría ser el resultado de la pérdida de protección de espíritus, o de una acción vengativa por incumplir las normas, o un espíritu de un antepasado que intenta comunicarse con la familia.
Las personas que creen en estos mitos, cuando tienen problemas de visión, acuden a curanderos y curanderas a quienes se atribuyen poderes y que alternan terapias en las que utilizan paños calientes o raíces y plantas, con otras más peligrosas como las raspaduras con cuchillas y objetos punzantes, que pueden provocar daños irreversibles. Buscar solución en estas prácticas lo único que consigue es retardar la atención convencional y que el paciente acuda al hospital con su patología en estado avanzado o una ceguera irreversible.
Como el objetivo de cualquier medicina es salvar vidas y el bienestar de las personas, es necesaria una importante labor de concienciación y de información. En este sentido, Ojos del mundo realiza campañas de formación de profesionales de la medicina tradicional para promover la educación en temas relacionados con la salud ocular y combatir prácticas nocivas para la visión.
Durante la última capacitación que tuvo lugar el noviembre de 2021 en Maxixe, participaron 15 practicantes de medicina tradicional, 12 mujeres y 3 hombres. Se les proporcionaron explicaciones técnicas y científicas, conocimientos sobre la anatomía del ojo, los síntomas de las principales patologías oculares para poder identificarlas y, lo más importante, las causas reales que las provocan y las soluciones médicas. Para que cuando detecten un problema ocular similar, no realicen terapias perjudiciales sino que recomienden a sus pacientes acudir a la consulta oftalmológica del centro de salud para ser atendidos por profesionales especializados.
Esta actividad se realizó en el marco del proyecto Ojos de Mozambique, con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) y el Gobierno de Navarra.