En el marco del proyecto Ojos de Mali, durante los últimos años, se ha ido viendo que la sostenibilidad ambiental dentro del mundo de la salud ocular es primordial. En una zona del mundo donde impera la escasez, la sequía y las personas desplazadas a causa de los conflictos bélicos, la acción de Ojos del mundo en referencia a la higiene y el cuidado del medio ambiente tiene un impacto directo en la mejora del bienestar ocular.
Por eso, Ojos del mundo, en la región de Mopti, pretende garantizar modalidades de consumo y producción sanitaria sostenibles. Según la Guía de prácticas sostenibles de la IAPB, los servicios de salud globales son un consumidor masivo de recursos y un importante emisor de gases de efecto invernadero. Los servicios sanitarios mundiales son responsables de 2 mil millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente al 4,4% de todas las emisiones netas de gases de efecto invernadero. Por eso el proyecto prevé dotar de equipamiento y formación al personal sanitario, para gestionar los desechos biomédicos.
En segundo lugar, la Fundación quiere garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible de agua y el saneamiento para todos, con la construcción y puesta en marcha de letrinas y puntos de agua. Este proceso va de la mano del componente ambiental de la estrategia SAFE decretada por la OMS como parte de la lucha contra el tracoma, enfermedad que afecta más severamente a las mujeres.
El tercer punto con el que trabaja la Fundación es fortalecer las capacidades humanas de forma directa para que el proyecto de sostenibilidad tenga una vida larga y saludable. La clave está en la participación activa en el proceso por parte de la población que toma conciencia sobre la importancia del medio ambiente mediante la formación en temas de gestión medioambiental. Se realizan charlas y talleres, sobre todo para mujeres en riesgo de exclusión social.
En Malí, Ojos del mundo también lucha para que cada día sus compras sean más sostenibles, se reduzca el uso de combustibles fósiles y se maximice el uso de energías renovables. E intenta verdear sus viajes e implementar el pensamiento sostenible a través de la educación. A pesar del camino recorrido hasta el momento, todavía quedan muchas acciones por implementar en el país para conseguir alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) previstos para 2030.
Las actividades de mejora ambiental que se llevan a cabo actualmente en Mali cuentan con la financiación de la Diputación de Bizkaia.