El pasado lunes 12 de Enero, el patronato de la fundación celebró, en la sede de Barcelona, su primera reunión del año. En esta sesión se ha aprobado el presupuesto anual y las líneas de actuación para este año.
Para este 2018 Ojos del mundo ha definido tres grandes retos: el empoderamiento local, el acceso a zonas rurales, y la educación en salud ocular, desde la perspectiva de género.
Desde sus inicios, Ojos del mundo ha querido formar los equipos locales en salud ocular para, a medio plazo dejar en sus manos la gestión y la implementación de los proyectos, y de esta manera conseguir su empoderamiento. Este 2018 se prevé un avance significativo en diferentes sentidos: en el Sahara la implementación de los proyectos pasará a estar en manos de una técnica saharaui, mientras que en Mozambique y Bolivia se incorporarán oftalmólogos locales.
Para hacer más accesible la salud ocular, la fundación este año quiere continuar expandiendo, aún más, su actividad en las zonas rurales de los países en los que actúa; especialmente en Mali y en Mozambique.
Pero para reducir la ceguera evitable en el mundo, además de fomentar el empoderamiento local y facilitar el acceso a la salud ocular, hay que promover la educación, la formación de los profesionales locales de todos los niveles y, por ello, este año Ojos del mundo invertirá en educación sobre salud ocular en más de 100 escuelas de primaria, y las dotará de materiales ópticos y oftalmológicos.
Asimismo, la educación sobre salud ocular que la Fundación realiza y seguirá realizando estará orientada desde la perspectiva de género. De hecho, la incorporación de la política de género en las acciones de Ojos del mundo es una de las líneas de actuación que el Patronato valoró muy positivamente.
Para alcanzar todos estos objetivos, Ojos del mundo este año destinará 716.093 euros a los programas de cooperación, 133.598 euros a la sensibilización, y 30.010 euros a la implementación de la política de género. La fundación prevé que ingresará 1.201.395 euros, dinero que irá destinado a abrir los ojos al mundo.