En su lucha para combatir la ceguera evitable y en el marco de su estrategia de género 2018–2021, Ojos del mundo tiene como uno de sus ejes prioritarios fomentar el empoderamiento individual y colectivo de las mujeres. En este sentido, el programa de Ojos de Bolivia ha dado un papel protagonista a las mujeres de Tarija y Oruro para que promuevan buenos hábitos en salud ocular en sus comunidades locales. Sensibilizar a la población para que sea consciente de la importancia que tiene un acceso equitativo a la salud ocular es un paso más para no solo abrir los ojos al mundo, sino también la mente.
Desde julio de 2019, Ojos del mundo está presente en Vinto, una de las zonas periurbanas más grandes de Oruro. Se inició la intervención a través de la capacitación del personal del Centro de Salud de Vinto y, en la Escuela de Vinto, se formó al profesorado en tomas de agudeza visual y sensibilización a los estudiantes. A partir del mes de agosto, 42 mujeres, de forma voluntaria, se han reunido mensualmente en el Centro de Salud para ser capacitadas en materia de promoción de la salud ocular. En el caso del Departamento de Tarija, la cifra de promotoras asciende a las 322 mujeres.
Esta motivación para formarse en conocimientos básicos sobre salud ocular tiene su origen en la reacción de algunas mujeres, que se han dado cuenta que tienen problemas relacionados con la visión, pero como madres los han dejado en segundo plano porque priorizan la salud de sus hijos, hijas, esposos y demás familiares. Al empoderar a las mujeres con conocimientos básicos se pretende que no menosprecien su salud ocular y participen en la toma de decisiones en este ámbito.
Este colectivo de mujeres tuvo un papel protagonista en la Feria de salud ocular que se organizó en Vinto el pasado 10 de octubre, con motivo del Día Mundial de la Visión, donde expusieron paneles informativos para dar a conocer las principales patologías y enseñar buenos hábitos en el cuidado de los ojos.
El objetivo es crear una red de vigilancia comunitaria en salud ocular que dé protagonismo a estas mujeres no solo en acciones de promoción, sino en todas las etapas previas a la intervención quirúrgica de las personas que lo necesiten. Por ejemplo, se encargarán de identificar personas con patologías oculares en sus comunidades para derivarlas al centro de salud, apoyarán el seguimiento de los tratamientos de los pacientes y realizarán acciones de sensibilización en escuelas para capacitar al profesorado en los exámenes de agudeza visual y la medición de lentes.
Además, se pretende que estas mujeres formen parte de las reuniones de análisis de los centros de salud para que se involucren y tengan voz en la toma de decisiones. Sobre todo, se resalta su importancia en las estrategias de inclusión para facilitar el acceso de las mujeres a la salud ocular.