A lo largo de los casi 20 años de trabajo en cooperación oftalmológica para el desarrollo y una vez realizados diversos diagnósticos de género en diferentes países, Ojos del mundo ha constatado que las mujeres acceden en menor número que los hombres a la cirugía de cataratas y que tienen peor pronóstico.
Las causas de estas desigualdades tienen como punto de partida los patrones culturales de género de cada territorio que, a menudo, conllevan violencia basada en el género. Una violencia que, además de ser sexual, física y psicológica, también comporta amenazas y privación arbitraria de libertad y de gestión de los recursos económicos familiares.
En el caso de la salud ocular, muchas mujeres no tienen acceso a los recursos económicos de la unidad familiar en igualdad de derechos que los hombres y no pueden recibir el tratamiento oftalmológico que precisan; además, no tienen suficiente tiempo para su cuidado personal, por su superior dedicación al cuidado de la familia.
Estas situaciones tienen consecuencias devastadoras para las mujeres que las sufren y también para sus respectivas familias y comunidades. Combatirlas implica derribar patrones culturales prevalentes en las sociedades, que consienten el control de las mujeres por parte de los hombres, y transformar actitudes y comportamientos machistas. Con ello se contribuye a la construcción de sociedades más justas en que hombres y mujeres gozan de los mismos derechos y colaboran para el bien de toda la familia.
A modo de ejemplo, en Mozambique, gracias al apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y del Ayuntamiento de Barcelona, se celebró el mes de noviembre de 2020 una formación a 12 técnicos y técnicas de salud ocular de la provincia de Inhambane, concretamente de los distritos de Inhambane, Maxixe, Zavala, Massigna y Vilankulo. La capacitación fue impartida por la Red Homens pela Mundaça que tiene como misión implementar acciones desafiadoras de las masculinidades negativas en Mozambique.
El objetivo del curso era facilitar los conocimientos y los recursos para que los técnicos y las técnicas de salud puedan combatir la violencia basada en el género a través de la concienciación de la ciudadanía de la provincia sobre las enfermedades y la promoción de la salud en igualdad de derechos; y contribuir, de este modo, a incrementar el acceso de las mujeres de Inhambane a los servicios de salud ocular y a la cirugía oftalmológica.